Verano (previo)
Las mejores horas son las de estos días, donde la luz se abre paso hasta más allá de las nueve de la noche. Y entonces el recuerdo del invierno, o de la tibia luz otoñal presente en estos días decididamente luminosos, expansivos, purificadores, previos del verano y todo lo que trae consigo: el final de los exámenes cuando aún estudiabas, los días antes de las vacaciones infinitas, el largo verano de días y días. Y el mar, y la playa y la luz. Ahora ya no hay vacaciones infinitas y el verano se resume en los telediarios: el calor en el sur, dar de beber a los más mayores, evitar exposiciones solares en las horas centrales del día, las fiestas de los pueblos, sanfermín en la tele mientras desayuno, Santiago Apóstol y la operación salida, y la operación retorno. Y los atascos. El extraño placer de madrugar las mañanas de verano.