In memoriam
Se muere Julián Marías Aguilera, a los 91 años de edad. Nos deja un poco huérfanos, ya no está en el mundo una persona como él, persona en el sentido literal del término. La urdimbre, su pensamiento claro, tan lejos de esos planteamientos complejos que esconden su falta de profundidad en lo turbio. Su humanidad, cómo se acercó a la vida del hombre, a nuestras vidas, a las cosas que verdaderamente importan, a ser feliz. Necesidad de ser "alguen" y no "algo". Proyecto, vocación: persona. La tentación de la inocencia, el peso de la libertad. Vivir es decidir, elegir. La inseguridad inherente a nuestra vida. La vida real. La verdad de la vida.
Como llevo leyéndole y viendo libros suyos por mi casa desde hace tanto tiempo, se me muere alguien de la familia. Ya mayor, echándo tanto de menos a su mujer (que murió también en diciembre). Ecos en sus hijos: Javier y su Corazón tan blanco (luego le perdí en los siguientes, ¿cúantas vueltas tienes que dar, Javier? ¿De dónde tu escritura hipnótica, tu percepción salvaje en los detalles?. Luego, más lejos, el flautista Álvaro, y el crítico de cine Miguel que sale a veces con Garci (que deja de emitir este mes).
Ahora vendrán los homenajes, nuevas ediciones, el reconocimiento quizás de los que nunca esperó nada. Que se lean sus libros, sus artículos. Que se hable y se piense de lo que dijo este hombre, que nos deja un 15 de diciembre de 2005, con tantas cosas pasando al mismo tiempo.
Como llevo leyéndole y viendo libros suyos por mi casa desde hace tanto tiempo, se me muere alguien de la familia. Ya mayor, echándo tanto de menos a su mujer (que murió también en diciembre). Ecos en sus hijos: Javier y su Corazón tan blanco (luego le perdí en los siguientes, ¿cúantas vueltas tienes que dar, Javier? ¿De dónde tu escritura hipnótica, tu percepción salvaje en los detalles?. Luego, más lejos, el flautista Álvaro, y el crítico de cine Miguel que sale a veces con Garci (que deja de emitir este mes).
Ahora vendrán los homenajes, nuevas ediciones, el reconocimiento quizás de los que nunca esperó nada. Que se lean sus libros, sus artículos. Que se hable y se piense de lo que dijo este hombre, que nos deja un 15 de diciembre de 2005, con tantas cosas pasando al mismo tiempo.